A veces nos preguntamos como sería la vida sin Internet para sorprendernos de cuanto hemos cambiamos después de la experiencia de navegar en la Web. Esa misma sorpresa la sienten los que se atrevieron a tomar clases de surfing y disfrutaron por primera vez de “Surfear” en el equilibrio existente entre la ola, la tabla, la velocidad y el cuerpo.
Luego de esta primera experiencia el océano no vuelve a ser el océano que conocimos y una compenetración con universo permea todo el resto de las cosas que conforman la vida.
Es definitivamente algo experiencial y como tal solo puede explicarse a través de la experiencia misma, las palabras poco se acercan a las sensaciones que el surfing provoca en cada fibra del cuerpo. Esta experiencia al igual que la mayoría de las cosas fabulosas que nos da la vida solo depende de nuestra decisión.
Todavía hay unas pocas personas que se resisten a tomar la decisión de entrar al mundo de la web pero su actitud no consigue más que algunas sonrisas piadosas del espíritu cuakero que todos tenemos dentro; mientras seguimos disfrutamos las “subidas desde el móvil” desde el blackberry o el ipohone en facebook y tuitter. Esa misma sonrisa aparece en mi rostro cuando escucho el conocido “Eso no es para mi” en relación al surfing o al kitesurfing.
Los argumentos son muchos y el hecho solo uno: la vida cambia igualque los vasos comunicantes que nos unen a ella y a su expresión máxima: La naturaleza.
Así que la próxima vez que el gusanito del atrevimiento te pique ven un fin de semana y tomate unas lecciones de surfing o kitesurfing y regálate una nueva perspectiva
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